No sé adónde llevóse la marea
de la muerte tu ser, pero yo exclamo,
con el inmenso amor con que te amo:
"¡Dondequiera que esté, bendita sea!"
Octubre de 1917
de la muerte tu ser, pero yo exclamo,
con el inmenso amor con que te amo:
"¡Dondequiera que esté, bendita sea!"
Octubre de 1917
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