Yo no puedo tenerte ni dejarte,
ni sé por qué al dejarte o al tenerte,
se encuentra un no sé qué para quererte,
y muchos sí sé qué para olvidarte.
Pues ni quieres dejarte ni enmendarte,
yo templaré mi corazón de suerte
que la mitad se incline a aborrecerte,
aunque la otra mitad se incline a amarte;
si ello es fuerza querernos, haya modo,
que es morir el estar siempre riñendo:
no se hable más en celo ni en sospecha.
Sor Juana Ines de la Cruz
1 comentario:
Cuántas dudas y cuántas inseguridades, refleja este poema, al amor hay que aceptarlo si es lo indicado por el destino....
que sigas bien!!!
soy andrea
reflejos femeninos.blogspot.com
Publicar un comentario